Unos 8.000 policías fueron desplegados en Barcelona para garantizar la seguridad ante las protestas por las medidas de austeridad que se analizan en una reunión del Banco Central Europeo (BCE).
Las autoridades quieren impedir que las protestas se desborden en disturbios como los del 29 de marzo pasado, durante la jornada de huelga general.
A causa de la reunión del BCE en la ciudad catalana también se ha suspendido el Acuerdo de Schengen y la Policía Nacional ha reforzado la vigilancia en la frontera con Francia.
Algunos estudiantes bloquearon este jueves la circulación en varias calles de Barcelona en protesta por el aumento de las cuotas universitarias y la restricción de las becas anunciadas por el Ministerio de Educación. La portavoz del Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC), María García, afirmó que los manifestantes exigen que "se detengan los despidos, están en contra del aumento de las cuotas y en pro de iniciar un debate sobre el modelo de universidades".
Los organizadores de la manifestación creen que el incremento drástico de las matrículas y el endurecimiento de las condiciones para acceder a las becas pueden volver inaccesible la Universidad para muchos españoles.
En opinión del presidente de la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales, Alberto Montero Soler, "el BCE no podrá dar soluciones reales a la crisis europea y española. Su única opción es exigir más recortes a la economía española, ya que su deuda está en un estado cada vez más preocupante, a pesar de que estas medidas de austeridad ya han demostrado su completa ineficacia".
Según Montero, la austeridad fue elegida como una medida de mejoramiento de la situación fiscal, aunque las raíces de la crisis son mucho más profundas. “Nadie puede pensar que de la austeridad saldrá el crecimiento. Es como tratar un cáncer con medicina contra la fiebre,” destaca el analista.