Estados Unidos liberó secretamente a detenidos de alto nivel en una prisión militar de Afganistán como parte de las negociaciones que mantenía con grupos insurgentes de Talibán, reveló la prensa estadounidense.
Hasta 20 prisioneros fueron liberados por Washington durante los últimos dos años de la prisión militar de Bagram, la mayor base militar estadounidense en Afganistán, al norte de Kabul. Se trata de una parte del programa de "liberaciones estratégicas", confesaron unos funcionarios estadounidenses.
Liberaciones de 'bad boys' afganos: "Las ventajas pesan más que los riesgos"
EE. UU. ha realizado el programa de liberaciones de los miembros detenidos de Talibán para "reducir la violencia" en las zonas donde el poder militar de EE. UU. era limitado, explicó este lunes un periódico estadounidense, que cita como fuente a funcionarios norteamericanos que pidieron el anonimato.
Estas liberaciones de prisioneros de la cárcel militar de Bagram fue una medida injusta, pero 'necesaria', ha reconocido una fuente. "Todos están de acuerdo en que ellos son culpables de lo que habían hecho y deberían permanecer detenidos. Todos están de acuerdo que ellos son 'bad boys' (tipos malos). Pero las ventajas pesan más que los riesgos", explicó un funcionario estadounidense.
Los funcionarios confesaron que el esquema de liberaciones era arriesgado y también difícil. Mientras ellos no puntualizaron si algunos de los soldados habían reanudado o no los ataques contra las tropas de la OTAN o las afganas.
¿'Liberaciones estratégicas'?...
Gavin Sundwall, un portavoz de la embajada de EE. UU. en Kabul, confesó que el programa de 'liberaciones estratégicas' tiene dos años ya, pero lo "usaron raramente". "Según este programa, han sido liberados alguna vez menos de 20 detenidos. La decisión de liberar a cualquier detenido tiene en cuenta si ellos plantean alguna amenaza para la seguridad", detalló Sundwall. Según el portavoz, los presos liberados "estuvieron de acuerdo en denunciar la violencia y tomar parte en el proceso de reconciliación".
Sin embargo, según uno de los funcionarios, este programa de acabar de este modo con la violencia comportaba "riesgos sustanciales", ya que los liberados eran importantes cabecillas puestos en libertad al margen del sistema legal para los prisioneros afganos y debían prometer que dejarían de cometer actos violentos.
Es evidente, que no hay absoluta garantía de que abandonarán la violencia y no se sabe cuántos de los liberados por este sistema "volvieron a atacar" a los soldados estadounidenses y afganos, indicó en la entrevista.
¿O esfuerzos vacíos de la Administración de Obama?
Mientras tanto, estas liberaciones que formaban parte de los esfuerzos para lograr el final del conflicto a través de la negociación no han logrado muchos progresos en los últimos años. Así lo confesaron tanto los funcionarios de EE. UU., como sus colegas afganos.
Así, la estrategia central del Gobierno de Barack Obama para la salida de las tropas de EE. UU. de Afganistán en 2014 a través de la negociación no da resultados, en parte, por la reticencia de Washington a liberar a cinco prisioneros de la base militar de Guantánamo para trasladarles a Qatar, un gesto que los insurgentes pusieron como condición para iniciar unas hipotéticas negociaciones de paz.
Sin embargo, en el caso de Guantánamo, esas 'liberaciones estratégicas' tienen que ser aprobadas por el Congreso estadounidense. Mientras que la liberación de los prisioneros de la cárcel secreta de Bagram, a la que muchos ex prisioneros se refieren como el 'agujero negro', no requiere un permiso del Congreso de EE. UU. y pueden llevarse a cabo clandestinamente.