Este martes arranca la agenda oficial del presidente electo de Francia, el socialista François Hollande. Aunque tomará posesión de la jefatura del Estado el 15 de mayo, en Europa ya siguen con atención sus primeros pasos.
La nueva cara de Francia, François Hollande, el ganador de las presidenciales del 6 de mayo fue llamado en reiteradas ocasiones “la nueva esperanza del país”. Según muchos, el apoyo popular con el que cuenta este político se debe en gran parte a dos puntos de su programa electoral: su propuesta de reexaminar el pacto fiscal de la Unión Europea, incluso si ello requiere enfrentarse con la canciller alemana, y la retirada de las tropas francesas de Afganistán un año antes de lo previsto.
Esta última promesa es muy esperada por la población, ya que para muchos la política de Sarkozy en las cuestiones internacionales no fue lo bastante equilibrada, ni transparente. En concreto, muchos le reprochan que se apresurase a enviar los aviones militares a Libia, apoyando la intervención de la OTAN.
“Está claro que se creó una imagen de liberador de Libia, pero se mantenía extremadamente silencioso sobre las acusaciones de sus vínculos con Gaddafi”, comenta la periodista Nabila Ramdani.
Ambas esferas de la política del ex dirigente, la exterior y la interior, sembraron dudas entre el pueblo francés. En opinión de muchos, la postura de Sarkozy se debió ante todo a las peculiaridades de su carácter.
“Hollande se dio cuenta de que Sarkozy era rechazado dentro de Francia y también en el extranjero por muchas razones”, explica Pierre Guerlain, profesor de ciencias políticas. “Una de ellas era su arrogancia personal. Así que podemos esperar que en la política externa, Hollande se moverá en la dirección correcta y que no será tan arrogante”.
La opinión de los analistas es ampliamente compartida por los propios ciudadanos, que también critican el comportamiento del ex dirigente. “Los resultados son claros. La gente hoy quiere parar este tipo política y este tipo de agresividad”, opina una francesa a pie de calle interpelada por RT.
En la forma en que los ciudadanos ven a su nuevo presidente electo se percibe una gran esperanza. Lo que quieren de su nuevo líder es que represente y defienda verdaderamente sus intereses, tanto en el país, como en el extranjero. Y la pregunta que ahora se hacen los franceses y la comunidad internacional es: ¿cómo será la Francia de François Hollande?