Conferencia climática de Copenhague supera las expectativas de asistencia
Copenhague, capital de Dinamarca, albergará del 7 al 18 de diciembre en el palacio de congresos Bella Center, más de 2.500 reuniones en el marco de la XXV Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la cual busca generar un nuevo acuerdo para la lucha global contra el calentamiento del planeta a partir de 2013.
La Cumbre superó las expectativas de participación, ya que son más de 15.000 los acreditados entre delegados, mandatarios, observadores y periodistas de 192 países.
De las personas registradas la mayoría son delegados de los gobiernos, entre los que se incluyen a ministros de Medio Ambiente, embajadores y funcionarios con voz y voto en las negociaciones, además de los observadores.
Entre éstos último se incluyen las organizaciones no gubernamentales, fundaciones, asociaciones civiles, grupos indígenas, de mujeres, personalidades públicas (ex mandatarios y artistas), académicos y estudiantes que participan pero sin voz ni voto.
También este conjunto está integrado por representantes de organismos internacionales y de otras agencias de la ONU.
En la XV edición se pretende alcanzar un acuerdo global que fortalezca la cooperación de los países desarrollados para la adopción y mitigación en países en vías de desarrollo, la transferencia tecnológica y el financiamiento.
Con este objetivo en la cita se intentará por primera vez, en la historia de la humanidad llegar a un acuerdo para impedir que el termómetro desborde el umbral crítico de temperaturas, y genere reacciones en cadena capaces de provocar una tragedia planetaria.
Otro de los objetivos de esta conferencia es dar una continuación al protocolo de Kyoto, primer tratado vinculante sobre el clima, cuyos compromisos expiran a fines de 2012.
Más allá de los muros del Bella Center, la capital danesa será también el escenario de numerosas manifestaciones, que irán desde las veladas con cirios hasta los llamamientos “a la desobedencia civil”.
Por este motivo, en vísperas de que se inicien las jornadas, miles de activistas contra el cambio climático están llegando a Copenhague en trenes especiales y con sus móviles y aparatos tecnológicos bajo el brazo, para hacerse oír en la Cumbre. La organización ya ha mostrado su preocupación y ante los posibles y más que previsibles desbordes de la situación.
Militantes ecologistas, miembros y grupos alternativos temen que la cita de Copenhague quede en sólo palabras, como ha ocurrido en tantas conferencias del organismo mundial y piden a los mandatarios "actuar ya" para reducir los gases de efecto invernadero.
También demandan medidas para impedir que la temperatura de la Tierra suba más de dos grados centígrados, un panorama visto por muchos científicos como el umbral para un cambio climático peligroso.
La policía danesa, que tendrá que garantizar la seguridad de los jefes de Estado, calcula que habrá 30.000 visitantes durante esos días, y ha rehusado precisar el número de los agentes movilizados, pero ha puesto todas sus fuerzas “en pie de guerra”. Las fuerzas de seguridad europeas también están vigilantes.
Este sábado también diferentes ciudades europeas como Bruselas, Londres, Dublín y Glasgow han sido escenario de manifestaciones contra el cambio climático y sus consecuencias, instando a los líderes mundiales a firmar un acuerdo para proteger el medioambiente en la cumbre de Copenhague.