La Fiscalía venezolana solicitó el domingo a la Interpol que expidiera órdenes de captura de nueve banqueros implicados en las maquinaciones que acabaron con la intervención de siete bancos privados que estaban al borde de la quiebra.
La Fiscalía emitió un total de 27 órdenes de arresto de personas acusadas de crímenes financieros, de las que ya se ha detenido a tres.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, comunicó el domingo en su programa de televisión Aló, Presidente el arranque de la investigación sobre la supuesta implicación de funcionarios públicos en las operaciones ilegales y aseguró que los culpables serán castigados rigurosamente. Algunos de los bancos intervenidos también guardaban fondos gubernamentales.
Según Chávez, dos bancarios “encabezaban una mafia organizada” que “trataba de infiltrarse en el Gobierno”. Chávez precisó que el ministro de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias de Venezuela, Jesse Chacón, había presentado su dimisión por la detención de su hermano, que fue presidente del Banco Real.
El jefe de Estado se manifestó seguro de que el ministro no estaba involucrado en el escándalo bancario, pero matizó que aceptaría su dimisión.
El presidente informó que a partir de los cuatro bancos intervenidos se crearía un banco estatal que se llamaría "Bicentenario". Los depositantes de las dos instituciones bancarias que se liquidarán están garantizados con una indemnización de hasta 10.000 bolívaros (unos 4.600 dólares) del fondo estatal de seguro bancario.