Lanchas patrulleras rusas vigilarán la frontera marítima de Abjasia
Embarcaciones rusas del tipo “Sobol” y “Mangust" empezarán a vigilar en diciembre la frontera marítima de Abjasia (de alrededor de 215 kilómetros de extensión).
Una de las tareas más importantes de las lanchas patrulleras será garantizar la seguridad de la navegación en las aguas fronterizas. Las patrullas contarán con una base permanente en la localidad de Ochamchira.
Esta decisión provocó una fuerte critica por parte del gobierno de Georgia que no reconoce la independencia de esta República del Cáucaso y la considera oficialmente parte de su territorio (En agosto de 2008 Abjasia declaró su soberanía tras la ofensiva militar de Georgia contra Osetia del Sur). Los guardacostas georgianos a menudo arrestan a tripulantes de barcos por "infringir el reglamento de entrada”. Según la legislación de Georgia, está prohibida la navegación internacional en aguas territoriales de Abjasia. Los buques pueden entrar en los puertos de ese país sólo bajo un permiso especial.
Por su parte, las lanchas rusas se encargarán también de garantizar la seguridad de las embarcaciones que entren en las aguas territoriales de esta República.
Los antecedentes de estas medidas datan del 20 de septiembre de este año, fecha cuando el barco militar ruso “Novorossisk” comenzó a controlar las fronteras marítimas de Abjasia y ya se planeaba enviar hasta 10 lanchas patrulleras “Sobol” y “Mangust”.
Esta noticia se convirtió en un escándalo internacional. Después de que los guardacostas georgianos arrestaran a los navegantes de un buque que se dirigía a Abjasia cargado con combustible diésel, el Presidente de la República, Serguéi Bagapsh, acusó a Georgia de "piratería" y amenazó con "detener y hasta hundir a los buques georgianos". Sin embargo, el Ministro de Relaciones Exteriores de Abjasia, Serguéi Shamba, aclaró que con las medidas se trataría solamente de detener y no de hundir a los barcos georgianos. Para entregar más tranquilidad, el servicio de frontera de ese país aseguró que "no iba a liquidar a nadie".