El Día de las Mil Lámpadas
Hoy, el vigésimo quinto día del primer mes lunar del calendario oriental, se celebra una de las fiestas religiosas más importantes del budismo. Zula Khural, proveniente de la palabra zula (lámpada), significa el Día de las Mil Lámpadas. En 2009 cae en 10 de diciembre y todos los datsanes (monasterios universitarios budistas en la tradición tibetana de Gelugpa) de Rusia, Tíbet y Mongolia encenderán lámpadas para celebrarlo.
En la residencia de la iglesia budista rusa tradicional en Ulán-Udé (la capital de Buriatia, situada en la parte sur-central de Siberia, una de las repúblicas que componen la Federación Rusa) durante tres días se celebrarán oraciones en honor de Je Tsongkhapa, Gurú del linaje del Mahamudra Tantra, venerado por los budistas como emanación del Buda Manyushri, el Buda de la sabiduría. Creó la tradición budista de Gelugpa, "Tradición de Bonetes (o gorros) Amarillos", que se considera parte del budismo Mahayana y pone énfasis en el bien de todos los seres vivos. A esta escuela religiosa pertenecen la mayoría de los budistas de Rusia.
Durante la fiesta se celebran marchas solemnes y los laicos traen a los datsanes leche, té, dulces y aceite para lámpadas que simbolizan la doctrina budista. Al oscurecer, alrededor de los templos también se ponen luces que se mantienen hasta la madrugada.
Como parte de la fiesta, el datsán central de Ulán-Udé abre sus puertas para que los creyentes visiten el cuerpo incorruptible del Pandido Khambo Lama Dashi-Dorzho Itigilov, que murió en 1927 en la postura del loto mientras meditaba. De acuerdo con su testimonio, le enterraron en una caja de pino tal y como estaba en el momento de su muerte. Una de las cláusulas del testimonio, también estipuló que el cuerpo tenía que ser exhumado por otros monjes en unos años, lo que es interpretado por los más entusiastas como una prueba de que Dashi-Dorzho Itigilov presentía la incorruptibilidad de su cadáver.
En 1955 y 1973 el cuerpo fue examinado por los monjes que no observaron signos de descomposición física. En 2002, el cuerpo fue exhumado en presencia de los líderes budistas de Rusia y transferido al datsán para ser venerado como una gran reliquia. Los budistas creen que el Lama todavía sigue meditando, le tratan como si fuera una persona viva pero inmersa en el Nirvana.