Según afirman las fuentes oficiales, el arma será utilizada en la mayoría de los casos como altavoz en el espacio acuoso del Támesis para regular los movimientos de las naves.
Se trata de un mecanismo estadounidense cuyas señales podrían ayudar a dispersar a la muchedumbre, e incluso causar dolor físico. Es capaz de emitir sonidos de hasta 150 decibelios -una intensidad a partir de 130 decibelios ya perjudica el oído humano-.
El Ejército, la flota y las fuerzas aéreas de EE. UU. ya usan ampliamente los sistemas acústicos de este tipo, y también los utilizan los servicios policiales de otros países del mundo. Durante las protestas en la cumbre del G-20 en 2009 en Pittsburgh (EE. UU.) se usó este tipo de armamento, y también se emplea para luchar contra los piratas en las costas de Somalia.
Previamente las autoridades inglesas anunciaron su intención de desplegar misiles en los tejados de las viviendas durante los Juegos Olímpicos para fortalecer la defensa contra posibles ataques aéreos.