La tarea básica consiste en vigilar cuatro de los ocho redondeles que se disponen en una pantalla 3D y que se mueven en distintas trayectorias. Hay unas 10 variantes de este videojuego, pero todas permiten “mejorar las habilidades para estimar una situación, la capacidad para vigilar varios objetivos a la vez y para tomar decisiones efectivas rápidamente”.
Tras alcanzar cierto nivel, el NeuroTracker incluye nuevas tareas con factores que las obstaculizan. Los jugadores de hockey sobre hielo, por ejemplo, trabajan con este sistema a la vez patinando y manejando el disco.