A pesar de los varios informes sobre los fallos en el sistema de abastecimiento de oxígeno, la Fuerza Aérea estadounidense urgió a sus pilotos a seguir volando el F-22. Al menos un piloto ya resultó víctima de los problemas del avión.
La semana pasada el mayor Jeremy Gordon y el capitán Josh Wilson revelaron sus preocupaciones acerca del F-22 Raptor en el programa '60 Minutos' de CBS News. “¿El F-22 es seguro para los vuelos?”, les preguntaron. “No me siento confortable manejando el F-22”, dijo Gordon. La hipoxia (la falta de oxígeno, que persigue al F-22 pese a todos los intentos de la Fuerza Aérea de EE. UU. de establecer la causa de este fenómeno) es muy peligrosa. “Sus ataques son muy viles”, comentó Gordon.
Ahora, ambos dicen que están dispuestos a volver a pilotar los aviones Raptor, pero esto ya podría ser insuficiente para salvar sus carreras.Tras la emisión del programa '60 Minutos', el Congreso de EE. UU. exigió que se realizaran nuevas pruebas del avión. El Pentágono, a su vez, no termina el procedimiento militar que podría expulsar a los dos pilotos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Aunque el Congreso quiere más investigaciones y detalles con miras a resolver el problema, las Fuerzas Armadas siguen reprimiendo a los denunciantes: todavía no han anulado la carta de amonestación contra el capitán Wilson.
El abogado del piloto, Frederic Morgan, dijo al Daily Press que su cliente quiere realizar vuelos en el F-22, pero el Pentágono todavía no le ha permitido este privilegio. Si la carta de amonestación permanece en el expediente de Wilson, esto significaría un inevitable fin de su carrera militar.
Otra cosa que revelaron los pilotos en el programa es que les informaron de que "están totalmente protegidos frente a posibles represalias por la Ley de Protección de los Denunciantes." "El Congreso garantiza la protección a los denunciantes en general, y a los militares especialmente. Es decir: si sabe algo –evidentemente, no algo insignificante–, algo grande e importante, usted tiene derecho a hablar con los congresistas. Porque que usted haya entrado en las filas militares no significa que haya perdido sus derechos de ciudadano”, dijo el congresista representante de Illinois Adam Kinzinger en dicho programa en CBS.
No obstante, los militares todavía tienen la carta de amonestación, algo que habitualmente significa que la carrera de un oficial está terminada. “Una carta de amonestación en tu expediente militar puede arruinar tus esperanzas de cualquier ascenso o llevar al despido”, explica el jurista Matthew B. Tully en la publicación Military Times.
El congresista de Illinois Adam Kinzinger espera que lo que realmente quiere el Pentágono sea “resolver el problema” y retire la carta, según reporta Daily Press.