Desde febrero, el Ejército de EE. UU. ha abierto formalmente miles de empleos a las mujeres en unidades que están más cerca que nunca del frente de combate. Sin embargo, un nuevo proyecto de ley presentado en el Senado permitiría que éstas ocupasen los mismos puestos que los hombres en combate.
La medida, denominada Ley de Igualdad de Género en Combate (Gender Equality in Combat Act), y elaborada por la senadora de Nueva York Kirsten Gillibrand, propone al Departamento de Defensa fijar una fecha límite para dejar de aplicar la política militar que excluye del campo de batalla a las mujeres.
"He escuchado a mujeres en todo Nueva York decir que quieren tener un papel de liderazgo en el frente defendiendo a nuestro país", dijo Gillibrand, según una publicación en el diario Huffington Post. La senadora opina que, al igual que fue un error discriminar a los miembros del Ejército por su tendencia sexual, también es discriminatorio impedir que mujeres cualificadas ejerzan ciertas funciones en el campo de batalla únicamente por su género.
"Las mujeres ya están en las líneas del frente para todos los propósitos prácticos”, indicó Rachel Natelson, directora jurídica de la Red de Acción de Mujeres Soldado (SWAN, por sus siglas en inglés), quien opina que las normas actuales representan un concepto arcaico de guerra.
De acuerdo con Natelson, la falta de reconocimiento formal de las funciones de las mujeres en combate no solo dificulta su avance a nivel profesional, sino que también supone un obstáculo para la obtención de prestaciones de invalidez.
Según el Departamento de Defensa, 144 mujeres han muerto en las guerras en Irak y Afganistán, y más de 800 han resultado heridas.