Esta decisión se opone a las demandas de más de la mitad de los estadounidenses, que exigen el fin de la intervención armada en ese país.
La enmienda de limitar los fondos para la retirada segura y ordenada de las tropas y contratistas militares en Afganistán, propuesta por la demócrata Barbara Lee, fue rechazada por 303 votos en contra y 113 a favor.
Los republicanos que se opusieron a la enmienda afirmaron que comprenden el cansancio de la población en lo referente a los conflictos militares pero consideran que una retirada precipitada de las tropas de Afganistán, prevista para el año 2014, aumentaría la fuerza de las facciones político-militares de resistencia como los talibanes y Al Qaeda.
No obstante, algunos expertos opinan que el rechazo a esta enmienda podría formar parte de una estrategia preelectoral.
Según indicó el analista político Emilio Viano en RT, con su voto, el Partido Republicano trata de dar una imagen de defensor de los intereses militares de EE. UU. en el mundo pero no tiene en cuenta el daño económico que implican tales decisiones.
“Estamos en un año de elecciones y a los republicanos no les importa recortar el presupuesto de ayuda a las viudas, a los huérfanos, a los pobres, a los sin techo, a los enfermos... Lo que les importa es poder anunciar durante la campaña electoral que son quienes defienden al país”, dijo Viano.
“La mayoría absoluta del pueblo norteamericano está en contra de esta guerra, está cansada de esta guerra, quiere ver salir a las tropas de Afganistán”, agrega el analista.
En lugar de acelerar la retirada de Afganistán, con este plan seguirán los gastos para mantener a un número importante de tropas de EE. UU. en el país. El presidente Barack Obama prevé la retirada definitiva de las tropas de combate en 2014.