Secuestradores filipinos matarán a rehenes si no se cumplen sus demandas

Los paramilitares filipinos que capturaron a cerca de 55 personas presentaron su ultimátum a las autoridades. Como dijo Josefina Bajade, que participó en las negociaciones con los secuestradores, los bandidos enviaron a las autoridades una serie de requisitos, incluyendo la terminación de la persecución penal de los miembros de algunas pandillas  y la detención del líder y desarme de los representantes del clan enemigo. Para cumplir estas demandas los paramilitares dieron a las autoridades una semana.

Además, el líder de los bandidos Ondo Pérez, durante  las negociaciones, amenazó con matar a los rehenes si las autoridades tratan de liberar a personas atrapadas. "Voy a matar a los rehenes si la policía trata de liberarlos", gritó.

Fuerzas de seguridad filipinas están apostadas para la toma del campamento.

El 11 de diciembre un grupo de unos 15 a 25 hombres armados del clan Ordóñez capturó una aldea cerca de la ciudad de Prosperidad. Llevó a la selva a alumnos, profesores y padres del clan rival Tubay, utilizando a los niños como "escudos humanos" contra la policía. Por la noche, los secuestradores liberaron a todos los niños y al director de la escuela después de que las conversaciones fueron frenadas por la llegada de la noche. Según algunos informes, dos maestros lograron escapar de los secuestradores.

Como dice el periódico Philippine Daily Inquirer, antes los bandidos fueron armados por las autoridades para luchar contra los rebeldes, pero luego un grupo de hermanos Pérez se criminalizó al participar en extorsiones y saqueos. Ahora la policía busca a muchos de sus miembros debido a diversos delitos, incluyendo el asesinato de al menos seis miembros de clanes rivales.