"Se ha tomado la decisión con (Said) Jalili [el negociador iraní] de concluir y firmar un acuerdo. Puedo decir que será firmado en un futuro bastante próximo", afirmó Amano. Indicó que no puede concretar aún los detalles del convenio, pero sí mencionó que incluirá el asunto de Parchín, una instalación militar que los inspectores del OIEA insisten en querer visitar.
Además, se refirió a los factores que hicieron posible este acercamiento. "He hablado directamente con los responsables políticos de Irán, hemos entendido mejor nuestras posiciones (…) Siguen existiendo algunas diferencias, pero no serán un obstáculo ", explicó.
Entre las diferencias figuran las condiciones exactas con las que tiene que cumplir Teherán para probar el carácter pacífico de su programa nuclear. Según detalló Amano durante su visita a la República Islámica, el OIEA e Irán tienen distintos puntos de vista al respecto.
Las negociaciones se desarrollaron en vísperas de la reunión de la delegación de la República Islámica y el quinteto de mediadores internacionales más uno ("5+1" que son los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) en Bagdad, programada para este 23 de mayo.
Durante casi dos décadas, Irán mantuvo en secreto sus avances atómicos, lo que generó gran desconfianza en la comunidad internacional e hizo sospechar que su objetivo es crear armas nucleares. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea están endureciendo las sanciones contra el país, incluido el embargo petrolero y el aumento su presencia militar en la región.
En ese marco este lunes el Senado de EE. UU. aprobó un nuevo proyecto de sanciones. El documento obliga a todas las compañías que realizan actividades comerciales en territorio estadounidense a informar la Comisión de los Valores sobre cualquier transacción con Irán. Las nuevas medidas incluyen también todos los proyectos conjuntos con el país islámico en el sector energético. Además, la ley estipula restricciones de visados para los empleados de empresas que suministran al Gobierno iraní los productos que se usan para dispersar manifestaciones, como gas lacrimógeno o balas de goma, por ejemplo.
"Es un poco extraño que, coincidiendo con la noticia del principio de acuerdo entre Irán y el OIEA, el Senado estadounidense decida ejercer más presión sobre Teherán. Cabe preguntarse si existe una voluntad clara de negociación por parte de los políticos norteamericanos”, le comentó a RT Adrian Mac Liman, analista político y especialista en asuntos de Oriente Medio.
Teherán, por su parte, niega estas acusaciones e insiste en que su programa nuclear tiene un carácter puramente pacífico, destinado a abastecer de energía eléctrica a los ciudadanos.