"Un Irán nuclear es intolerable y ninguna de las opciones puede ser excluida", subrayó el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak. Según el funcionario, el acuerdo planeado no es más que una 'treta' de la República Islámica para suavizar la presión económica que la comunidad internacional ejerce sobre el país.
Señaló que la única posibilidad de que Irán compruebe que su industria nuclear tiene un carácter 100 % pacífico y es de uso civil y no para producir armas atómicas es frenar por completo el enriquecimiento del uranio en su territorio. Más concretamente, los israelíes exigen que cierre todas sus plantas nucleares y use exclusivamente el combustible importado.
La declaración se da mientras en Bagdad se celebra la nueva ronda de negociaciones sobre el programa nuclear iraní, con la participación de mediadores internacionales de los países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania.