Un policía murió y un civil resultó herido en un tiroteo entre partidarios de dos diferentes candidatos. En total se han denunciado numerosas irregularidades, la mayoría por no respetar la prohibición de hacer proselitismo.
Mientras tanto, los jóvenes revolucionarios que fueron la fuerza motriz de la revuelta contra el anterior régimen se sienten traicionados al no contar con un candidato que los represente a cabalidad.
Ideales traicionados
Desde el comienzo de la revuelta en Egipto los revolucionarios pusieron sus esperanzas en las elecciones presidenciales. Pero ¿son realmente capaces de elegir su futuro?Los jóvenes egipcios lograron derrocar al presidente Hosni Mubarak que estuvo en el poder durante más de 30 años, pero no consiguieron postular un candidato serio en las primeras presidenciales y sienten que todos sus ideales fueron traicionados.
El activista Mariam Kifollos dice: “Si los mártires estuviesen vivos, no estarían satisfechos. Ahora las protestas terminan en masacres. Si no existe el derecho a manifestarse en la calle, entonces ¿por qué van a oír nuestras voces en las urnas electorales?”.
Los egipcios eligen entre 13 afortunados
Después de que diez de los candidatos fueron descalificados, otros 13 están luchando por obtener el puesto de presidente de Egipto. Según los recientes sondeos, los candidatos preferidos son el ex ministro del gobierno de Mubarak y ex jefe de la Liga Árabe, Amr Musa, y el postulante de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi, que realizó una buena campaña preelectoral, según los especialistas.Pero ninguno de los 13 candidatos parece que obtendrá el 50 % de los votos, así que una segunda vuelta de los comicios ya se prevé para mediados de junio. Pero la tardanza hace que los egipcios estén nerviosos. La Junta Militar, que no creía que los comicios pudiesen realizarse, no se apresura a soltar las riendas del país.
A pesar de la presencia de varios candidatos islamistas fuertes, en cuestiones de política exterior existe unanimidad sobre cómo se manejará el país. La periodista Yehia Ghanem comenta: “En el caso de Irán espero que los dos países mejoren sus relaciones. Pero la situación es otra en lo que se refiere a las relaciones de Egipto con los países del Golfo. No van a desarrollar relaciones con Israel y pienso que serán más frías”.
Anteriormente, las posibilidades de que los egipcios votaran a un presidente islamista eran altas, pero ahora el apoyo que les dan está muy lejos del que mostraron durante las elecciones parlamentarias.
El resultado de estas elecciones no es fácil de predecir. Más allá de quién ganará en la lucha electoral por el nuevo Egipto, los viejos problemas no están resueltos y se avizoran tensiones mayores en el horizonte.