No obstante, las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán todavía no están en un callejón sin salida, porque ya se ha empezado una nueva reunión en Bagdad.
Durante el segundo día de reuniones entre Irán y el Sexteto de mediadores internacionales (miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania), los países occidentales buscaron el modo de hacer que Teherán abra sus instalaciones nucleares y suspenda la producción de uranio enriquecido al 20%, algo que consideraban indispensable para continuar en la mesa. Irán, en desacuerdo con esta condición, informó que sin embargo esperaba avanzar en sus relaciones con Occidente.
Anteriormente, la parte iraní había presentado a los mediadores sus propuestas basadas en la reciprocidad y el carácter gradual de los cambios, según una fuente diplomática. La parte estadounidense reconoció que la participación de Irán en las negociaciones "fue constructiva". Sin embargo, el Departamento de Estado de ese país estuvo de acuerdo con el proyecto de ley para imponer nuevas sanciones contra Teherán, mismo que fue aprobado anteriormente por el Senado estadounidense.
El periodista y escritor Iñaki Errazkin opina que Estados Unidos no quedará satisfecho hasta quitarle a Irán todo el combustible atómico.
“Las palabras del representante de EE. UU. es diplomacia con lengua de serpiente: por una parte actúa diplomáticamente, por otra pone las cosas claras: va a apoyar siempre las exigencias de Israel”, cree el experto.
Mientras tanto, uno de los hoteles de Bagdad fue el blanco de un ataque con morteros este jueves. Según la policía, varios proyectiles explotaron en sus cercanías dañando el edificio. Por el momento, hospitales de la zona informan de un muerto y ocho heridos.