Cataluña celebró la segunda parte de una votación sobre la posibilidad de independizarse completamente de España. La etapa anterior en este proceso de votación sobre el tema se inició el 13 de septiembre con un primer referéndum en la pequeña localidad de Arenys de Murt, cerca de Barcelona. Allí, la participación apenas alcanzó el 41% y el 96% de los votantes que acudieron a las urnas apostaron por la independencia.
La votación de este domingo es la etapa siguiente del referéndum, también llamado “consulta simbólica”, porque tiene solamente carácter consultivo y ningún valor legal vinculante.
La Constitución Española no permite este referendo y por ello han sido movimientos independentistas los que se han encargado de organizarlo, pero de todas formas sí parece tener un considerable valor simbólico para estas agrupaciones. La Constitución estatal sólo permite convocar referendos a nivel nacional y con carácter consultivo, salvo algunas excepciones muy concretas. “Estos referendos no son ilegales, aunque sí jurídicamente intrascendentes y carentes de toda validez”, señaló Francisco Camaño, el ministro de Justicia de España, en referencia al posible valor que pueda dársele a la consulta. Por su parte, el presidente José Luis Rodrígez Zapatero, afirmó hoy mismo que "las consultas independentistas de Cataluña, no van a ningún sitio".
Los catalanes que acudan a votar, se tendrán que pronunciar afirmativa o negativamente sobre una pregúnta: ¿Está acuerdo usted con que la nación catalana se convierta en un Estado de derecho, independiente, democrático y social, integrado en la Unión Europea?
En este domingo se llamará a las urnas a cerca de 700.000 habitantes de 166 municipios de la Comunidad, lo que supome casi un 10% de los alrededor de 7,5 millones de habitantes totales de Cataluña. Para cada votante habrá un sistema informático codificado que garantiza la privacidad de los votos. Después, en primavera, se convocará al resto de ciudadanos de Cataluña.
Los mayores de 16 años podrán ejercer el derecho al voto en el referéndum, incluyendo a todos aquellos que residen de forma permanente en la Comunidad Auntónoma, abarcando también a los inmigrantes que están empadronados allí, aunque no tengan nacionalidad española y no sean ciudadanos de la Unión Europea (UE).
Cataluña recibió la autonomía y el estatuto correspondiente en diciembre de 1979. Este referéndum , según la prensa, se realiza en un momento de tensión con Madrid de aquellos que defienden la necesidad de crear un estado propio para Cataluña, debido al debate político abierto por la renovación del estatuto de autonomía y la lentitud con la que el Tribunal Constitucional del Estado se está pronunciando al respecto del nuevo proyecto. Para algunos sectores políticos, esta demora es, de hecho, una manera de obstaculizar la aplicación del nuevo marco legal que regulará las relaciones entre Cataluña y el Estado español, así como una forma de menospreciar a la propia Comunidad.
La convocatoria de la votación ha reflejado unas intensas diferencias entre los distintos partidos políticos de la Comunidad Autónoma, generando opiniones muy diversas. Según los resultados de la primera ronda de la votación en septiembre, está previsto que gran cantidad de votantes elijan que la comunidad se convierta en un estado soberano, aunque también se espera una baja participación.