Medvédev, quien anteriormente no era miembro de ninguna fuerza política, a inicios de esta semana cursó una solicitud para integrarse en el partido y recibió una respuesta positiva.
Tras asumir el cargo de líder de Rusia Unida, el primer ministro llamó a los militantes a impulsar discusiones abiertas con sus oponentes políticos y no temer a los debates públicos. "Solo en los debates y disputas se agudiza la maestría oratoria y la capacidad de convencer de que una postura es justificada".
Acentuó, además, que hace falta intensificar la presencia del partido en las redes sociales. "Hoy en día la gente joven pasa una gran parte de su tiempo 'online'. Es un hecho que tenemos que tomar en cuenta. Ignorarlo sería un error muy grave", subrayó.
Rusia Unida existe desde 2001 y cuenta con más de dos millones de miembros. En los comicios parlamentarios de diciembre de 2011 obtuvo el 49,3% de los votos, lo que le proporcionó 238 escaños en la Duma Estatal, la Cámara Baja del Parlamento ruso. En otras palabras, recibió la mayoría absoluta, pero perdió la mayoría cualificada que tenía anteriormente y que le daba el derecho de cambiar la Constitución. Según Medvédev, esto no significa que la confianza popular en Rusia Unida haya caído. "Todas estas conversaciones de la caída de popularidad y prestigio del partido es un absurdo. La popularidad de Rusia Unida es del 45% al 52%", insiste.
A partir de 2008 Rusia Unida estuvo encabezada por Vladímir Putin, que ejercía el cargo de primer ministro del país. Después de que resultara electo para la Presidencia, ofreció oficialmente que la formación entregara el puesto de líder a Medvédev. Que este iba a asumir el cargo de presidente del partido había sido anunciado en varias ocasiones. En su encuentro con los miembros de esta formación política en abril, el entonces todavía presidente en funciones dejó muy claro que aceptaría la propuesta.