Así lo anunció Rupert Colville, portavoz de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.
"Hemos recibido denuncias del uso excesivo de
la fuerza por parte de guardias fronterizos en acciones para hacer
respetar las normas migratorias y esto incluye la muerte de ciudadanos
mexicanos", reconoció el portavoz.
El alto funcionario subrayó que es necesario investigar cualquier hecho que afecte a la vida o integridad física de los inmigrantes.
Esta declaración llega poco tiempo después de que la Justicia estadounidense cerrara el caso de un joven mexicano de 15 años, que murió de un disparo en la cabeza efectuado por un agente fronterizo estadounidense en junio del 2010.
A este caso se suman otras muertes y los maltratos de migrantes en las áreas próximas a la línea divisoria entre ambos países.
El director del Comité de Servicio de los Amigos Americanos, Pedro Ríos, cree que los casos de asesinatos y violencia contra inmigrantes, ocurren porque en EE. UU. se ha fomentado una cultura de intolerancia e impunidad en las instituciones fronterizas.
“Más que nada se dan por que la patrulla fronteriza históricamente nunca ha sido una agencia transparente que rinda cuentas sobre sus acciones”, explica el director del organismo con sede en San Diego.
“Se ha fomentado una cultura de intolerancia, una cultura de impunidad y de tortura”, advierte Ríos.