El Gobierno de Perú justifica el uso de la fuerza contra manifestantes ecologistas
“La Policía sí usa balas de goma para repeler la violencia y esas son las instrucciones que tienen”, dijo el ministro. Se refería en especial a los enfrentamientos registrados cerca de la mina de cobre Tintaya, propiedad de la empresa suiza Xstrata, ubicada en la provincia de Espinar. Los disturbios en sus alrededores se volvieron tan violentos a comienzos de esta semana que obligaron a las autoridades nacionales a declarar el estado de excepción.
Dos muertos, decenas de heridos y detenidos durante varias jornadas de protesta contra la actuación de los suizos marcaron, en opinión de Jiménez, “una espiral de violencia muy preocupante”. El ministro reconoció también la falta de velocidad del Estado para responder a los conflictos sociales, la mayoría de los cuales están vinculados con motivos ambientales.
En el caso de la protesta contra Xstrata, los vecinos de la explotación temen que la extracción de rocas metálicas contamine de modo irrecuperable las reservas de agua en la zona. Los manifestantes pidieron que se evalúen íntegramente los futuros daños medioambientales y que la propietaria eleve del 3% al 30% el aporte voluntario a la comunidad. Sus demandas, apoyadas por las autoridades locales, fueron rechazadas tanto por la compañía, como por el Gobierno de Perú.