El anuncio del despliegue de misiles tierra-aire en distintos lugares del este de Londres ha generado un gran descontento entre los habitantes de esas zonas.
Los residentes de la zona residencial de Bow Quarter, negándose a quedarse de brazos cruzados, anunciaron en una reunión celebrada el pasado jueves y a la que asistieron más de 200 personas, que harían todo lo posible para detener el despliegue de estas armas.
"El Ministerio de Defensa ha tratado de decir que soy un loco solitario, pero yo no soy el único. Hay un montón de gente que se opone a esto”, comentó el líder de la campaña para bloquear la instalación de los misiles, Brian Whelan, al periódico London Evening Standard.
Whelan también aseguró que protestarán y que están dispuestos a formar una cadena humana alrededor del edificio para detener esta acción.
Otro activista local contra el despliegue de armas en esa zona, Chris Nineham, dijo a RT que éstas "eran una amenaza para la vida y la integridad física de las personas" que residen allí.
El Ministerio de Defensa informó a las comunidades locales del posible despliegue a través de folletos entregados en abril, pero se ha negado a hablar sobre el asunto con los residentes hasta que se tome una decisión final al respecto.
Nineham cree que el Gobierno no debería obligar a los residentes locales a aceptar la presencia de estas armas y espera que esta campaña ayude a cambiar la polémica propuesta.
Además de la colocación de los misiles tierra-aire en tejados en el este de Londres como parte de la defensa aérea de la ciudad para los Juegos Olímpicos, el Reino Unido ha confirmado que se están desplegando hasta 13.500 soldados en tierra, mar y aire para ayudar a proteger los Juegos, junto con la Policía y los guardias de seguridad.