Condenados once terroristas por planear un atentado en Barcelona

Los extremistas islamistas detenidos en el enero de 2008 fueron acusados de preparación de un atentado, de integración en organización terrorista y la tenencia de material explosivo. Los magistrados afirmaron, que este grupo “compartía la ideología radical y estaba dispuesto a seguir los duros principios del jefe talibán, Baitullah Mehsud”. 

El principal acusado, Mahroof Ahmed Mirza, ha sido condenado a diez años y seis meses de cárcel por pertenencia a grupo terrorista en grado de dirigente. Para otros miembros, el tribunal decretó penas de ocho años como integrantes de un grupo terrorista. Sin embargo, a los dos miembros de la banda, Shaib Iqbal y Qadeer Malik, les sumó además otros seis años de reclusión por tenencia de explosivos.

Según la sentencia, Qadeer Malik había arrojado una bolsa de basura que contenía paquetes vacíos de pilas, una caja vacía de guantes de látex, unos alicates, bolsos de plástico, un reloj y un temporizador entre otros, lo que permitío deducir que se habían preparado “la confección de artefactos explosivos”. Posteriormente Malik y Iqbal extrajeron la nitrocelulosa de unas bengalas pirotécnicas, y adquirieron minuteros para usarlos como temporizadores y balines de plomo en calidad de metralla.  

18 gramos de nitrocelulosa fueron hallados posteriormente en la mezquita Tariq Bin Ziyad de Barcelona, donde la célula solía reunirse. Fue en este mismo lugar, dos días antes de la detención, que la persona escogida por el grupo para inmolarse en el metro, supo que debería actuar como suicida y decidió delatar al grupo ante la policía. Este testigo protegido, conocido como F-1, explicó de forma concreta cual era la acción proyectada. Según los magistrados, en su explicación no apareció ninguna contradicción, su testimonio coincide con las pruebas realizadas en el domicilio de los acusados y en la basura. El tribunal aceptó como probados los hechos declarados por el testigo.  

Sin embargo, la justicia acordó la absolución de los procesados del delito de conspiración para cometer homicidio o estragos terroristas del que les acusaba el fiscal. La sentencia declaró que de las acciones probadas "no se desprende un plan suficientemente concreto y determinado, porque éste alcanzaba una acción con explosivos en el metro de la ciudad catalana, pero en el momento de la detención no disponían más que de una pequeña cantidad de explosivo", y además, no tenían concretado el día y el lugar de la acción.