El arquitecto brasileño Óscar Niemeyer, un maestro de su oficio, cumple este martes 102 años de edad en plena actividad y tras haber superado varios problemas de salud que lo obligaron a someterse a dos cirugías en los últimos meses.
En una entrevista brindada a la agencia Efe, Carlos Óscar Niemeyer, nieto del arquitecto, dijo que su abuelo, quien aún trabaja en su estudio en el barrio de Copacabana, en Río de Janeiro, no alterará su rutina por el aniversario y que como de costumbre suele hacer todos los martes, tomará las clases de filosofía en las que se matriculó hace cinco años atrás. Añadió además que ya ha empezado a recibir felicitaciones de distintas partes del mundo.
Óscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares nació en Río de Janeiro el 15 de diciembre de 1907 y, como diseñador siempre se ha caracterizado por ser un innovador en las formas arquitectónicas, con una obsesión por dotar de curvas al cemento armado, característica que lo convirtió en uno de los precursores de la arquitectura moderna.
Niemeyer admite que las curvas de sus edificios tuvieron como inspiración las montañas de la ciudad carioca y las formas del cuerpo de la mujer, que no sólo lo hicieron revelarse contra los ángulos rectos sino también desear una vida longeva.
Su amor por ellas, lo llevó a casarse en noviembre de 2006, a los 98 años, convaleciente de una cirugía y a escondidas de su familia, con Vera Lucia Cabreira, 40 años menor y quien fue su secretaria durante décadas.
El arquitecto se había casado por primera vez a los 21 años con Annita Baldo, con quien tuvo una hija y con la que vivió 76 años hasta su muerte, en 2004.
Fue con la mujer como inspiración que Niemeyer se convirtió en uno de los urbanistas más prolíficos y conocidos del mundo, con obras en los cinco continentes.
En lo político, Niemeyer se ha caracterizado por ser un ferviente comunista, razón por la cual tuvo que exiliarse en París durante la dictadura brasileña (1964-1985).
Entre las muchas condecoraciones y premios que ha recibido destacan, el Lenin de la Paz (1963), el Pritzker, considerado el Nobel de arquitectura (1988), el Príncipe de Asturias (1989), el León de Oro de la Bienal de Venecia (1996), el UNESCO de la cultura (2001) y en noviembre pasado, el Gobierno español le concedió la Orden de las Artes y las Letras por “su trayectoria profesional y su contribución a la difusión internacional de la cultura española.