Leon Panetta admite que EE. UU. está luchando una guerra en Pakistán
Solo un día después de que funcionarios estadounidenses anunciaran que las tropas de ese país ejecutaron al supuesto número dos al mando de Al Qaeda con la ayuda de drones en Pakistán, el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, dijo a periodistas este miércoles que este país asiático en efecto está sirviendo como frente de batalla en la guerra contra el Terrorismo.
"Estamos librando una guerra en las FATA, estamos librando una guerra contra el terrorismo", dijo Panetta esta semana en referencia a las Áreas Tribales bajo Administración Federal, una región en el noroeste de Pakistán que es actualmente el escenario de los ataques aéreos estadounidenses.
Mientras que el comentario de Panetta se produce solo un día después de que el Pentágono confirmara que el "número dos al mando" de Al Qaeda, Abu Yahya al-Libi, fue ejecutado haciendo uso de drones, otro ex funcionario de la CIA, Robert Greiner, quien fuese el director del centro de contraterrorismo de dicho organismo, declaró ante los medios esta semana que el mal manejo de los ataques con aviones no tripulados está creando un refugio seguro para los terroristas.
Después de que los EE. UU. han aumentado sus ataques aéreos en lugares como Pakistán y Yemen, dice Greiner, la insurgencia se ha vuelto aún más desenfrenada.
Desde mucho antes de que la incursión de alto secreto que llevó a la ejecución del líder de Al Qaeda Osama Bin Laden llevara a las tropas estadounidenses a Pakistán, el Ejército estadounidense había intentado una y otra vez disimular sus actividades en el extranjero.
A pesar de haber sido temporalmente un aliado clave de los Estados Unidos, las autoridades paquistaníes han condenado de forma continua los bombardeos en los que se emplean aviones no tripulados.
"Hemos recorrido un largo camino creando más enemigos de los que estamos eliminando del campo de batalla. Así lo hemos logrado con respecto a Pakistán y Afganistán", dice Greiner.
Ahora, después de años de intentar reestablecer esos lazos deteriorados con Pakistán, el hombre de más alto rango militar en los EE. UU. reconoció de plano que las operaciones de su país en Pakistán son una guerra real.