La tribu paraguaya Aché denunció la tala indiscriminada de árboles en su territorio histórico y reclamó más derechos sobre el terreno. Sus miembros ocuparon el Parque Nacional Caazapá a 230 kilómetros al sureste de Asunción en protesta por la tala y una evidente insuficiencia de su estatuto de custodios del parque.
Según explica el líder Aché, Emiliano Mbejyvági, los reclamos del otorgamiento del manejo y custodia del Parque Nacional se vienen realizando desde hace unos 10 años. Pero la situación se ha agravado, incluso desde que les otorgaron el estatuto de custodios. Unas 800 hectáreas del asentamiento indígena fueron deforestadas y alquiladas a productores de soja para convertirlas en sojales. Se practica, además, un tráfico ilegal de madera en rollo. La administración local recibe una gran presión tanto de los productores de soja como de los de la madera.
Por su parte, el director de Áreas Protegidas de la Secretaría del Ambiente, Raúl Alonso, manifiesta que la situación es muy compleja, ya que en un principio pedían ser declarados custodios de las 16.000 hectáreas "pero ahora solicitan que se les entregue la tierra en carácter de propiedad. Eso está fuera de nuestro alcance", dice Alonso y añade que "es un territorio intransferible e inalienable y sólo el Congreso Nacional puede decidir su desafectación a partir de una ley". El Gobierno se opondría a la cesión del Parque Nacional a los indígenas, pues quienes reclaman las tierras ya poseen 1.600 hectáreas a 30 kilómetros al norte del parque nacional, agregó Alonso.
Las razones para la ocupación del parque no están en un estatuto sino en la protección de la naturaleza. En el territorio Caazapá siguen viviendo 150 especies de aves, de las que 53 se encuentran en peligro de extinción. Entre los mamíferos están identificadas 18 especies de las que 14 están amenazadas.