Al asistir a la Sexta Reunión del Consejo Suramericano de Defensa, el general Rangel ha subrayado que la industria militar latinoamericana está cobrando mucha fuerza. El ministro ha destacado también la importancia de un entendimiento común, de que no se repetirán jamás los conflictos internos en la región.
Por su parte, el director de la revista 'América 21', Luis Bilbao, opina que dicha integración ante un potencial conflicto externo frustraría los planes tácticos de Estados Unidos en el continente.
“Desde luego cambiaría por completo la balanza en el plano regional, porque en lugar de permitir siquiera la posibilidad de conflictos internos plantearía un único conflicto que no sería ya interno a los países latinoamericanos y caribeños, sino que estaría planteado con fuerzas externas, y al hablar de fuerzas externas en América Latina estamos pensando en EE. UU. en primer lugar”, afirmó Bilbao.
Al referirse a la posible amenaza militar que constituye EE. UU. para los países de UNASUR, Bilbao dijo que “América Latina es en primer lugar territorio de tránsito para algunas de sus operaciones estratégicas, pero además también es un objetivo militar en sí, porque hay una transformación muy profunda en curso en América Latina y esa transformación EE. UU. no la puede detener por medios políticos, no la puede detener por medios económicos y diplomáticos entonces está apelando crecientemente al despliegue de un dispositivo militar que se vería completamente frustrado si América Latina consiguiese tener una fuerza militar común”, concluyó el analista.