Mientras unos entendieron que se trataba de una broma, hubo mucha gente que se reunió a la hora indicada en el anuncio para ver la estelar, en todos los sentidos, publicidad del refresco de Pepsi.
Basta con imaginar cuál fue su decepción al darse cuenta de que les habían tomado el pelo.
En las redes sociales de inmediato aparecieron comentarios, tanto frustrados como enojados, dirigidos a los bromistas. Sin embargo, muchos engañados amantes de los espectáculos simplemente se rieron avergonzados de su propia credulidad.
Entre los iraníes ingenuos que se creyeron la historia había algunos periodistas que incluso empezaron a discutir los aspectos éticos y morales de la esperada publicidad, señalando que la Luna durante siglos y milenios ha tenido para la humanidad una imagen romántica.
Esta no es la primera broma lunar en Irán. In 1979, en vísperas de la revolución islámica, se anunció que se podría ver en la Luna la imagen de su líder político-espiritual, el ayatolá Jomeini.