Los grupos armados lanzaron una granada contra una central eléctrica local, y explotaron seis autobuses para bloquear el avance de las tropas gubernamentales, informaron los observadores de la ONU.
52 de personas han muerto tras el combate de 12 horas que ha enfrentado a los insurgentes armados y a las tropas gubernamentales en Damasco, según Observatorio Sirio de Derechos Humanos. No hay confirmación por parte de otros organismos sobre el número de víctimas.
Los representantes de la oposición rechazaron recientemente acatar el plan de paz del enviado especial de la ONU, Kofi Annan.
En una reciente sesión de la Asamblea General de la ONU, el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, advirtió que una guerra a gran escala es inminente en el país y condenó las recientes masacres de al Houla y Hama, donde murieron más de 150 civiles.
Se informa que ambas partes del conflicto violan la iniciativa pacífica del enviado especial. Además, Kofi Annan ha dicho que “algunos ataques en Siria demuestran la presencia de un tercer actor”. El enviado propuso organizar un grupo de contacto para resolver la crisis.
Una propuesta semejante ha sido planteada por Rusia, que ha invitado a países y organizaciones influyentes de Oriente Medio y del mundo a una cumbre internacional sobre Siria.