Los especialistas de Kaspersky aseguran que han encontrado el eslabón que faltaba para relacionar a ambos programas. Se trata de una parte del código que aparentemente fue usada en los dos virus.
Algunas de las particularidades del virus Flame, detectado por los informáticos de Kaspersky Lab., permiten considerarlo como un arma destinada a la ciberguerra. En concreto, puede hacer capturas de pantalla, activar micrófonos para grabar conversaciones sin que el usuario se dé cuenta de ello, enviar registros de tráfico y redirigir mensajes instantáneos. Al parecer, había permanecido durante años en los ordenadores donde fue detectando espiando a sus usuarios.
A su vez, Stuxnet, también considerado como un arma cibernética, fue diseñado para afectar al sistema infiltrado, que en el caso de este virus fueron las instalaciones nucleares de la República Islámica.
Después de la aparición de Flame diferentes expertos independientes llegaron a la conclusión de que ambos programas podrían ser fruto de un complot de ciertos Gobiernos como los de EE. UU. o Israel, debido a que apuntaban al mismo objetivo. No obstante, los mismos especialistas señalaron que la arquitectura del código de Flame se diferenciaba de la de Stuxnet, lo que podría indicar que no fueron creados al mismo tiempo.
Sin embargo, los informáticos de Kaspersky Lab. señalan que los dos productos de la ciberguerra podrían haber sido diseñados juntos, ya que una parte del código de Flame fue usada en una versión de Stuxnet en 2009. Esto significa que al menos por un tiempo los diseñadores de ambos virus trabajaron en paralelo.