Dos jóvenes y tres policías de EE.UU. procesados por crimen racial
Un jurado federal de EE.UU. acusó el martes a dos jóvenes de homicidio de un inmigrante ilegal mexicano en Pensilvania por motivos de odio racial y a tres policías de la obstrucción a la justicia en el caso que previamente concluyó con la absolución de los adolescentes de todos los cargos graves y su condena por mera agresión.
Luis Ramírez, inmigrante de 25 años y padre de dos niños, fue asesinado a golpes por un grupo de adolescentes tras responder a una serie de insultos cuando caminaba a su casa. Un jurado integrado exclusivamente por personas de raza blanca exoneró de la acusación de asesinato a Derrick Donchak y Brandon Piekarsky en mayo, y sólo los declaró culpables de agresión, lo que conlleva una pena de uno a dos años de cárcel, hecho que despertó indignación en grupos pro inmigrantes de todo el país. El jefe de la policía de Shenandoah y dos agentes están imputados ahora de conspiración para obstruir a la justicia y de falsificación de documentos.
Activistas de la comunidad hispana opinan que la muerte de Ramírez forma parte de una creciente ola de delitos raciales contra los hispanos. Según un informe del FBI, más del 60% de las víctimas de los delitos por odio étnico en 2008 fueron latinos. Y según los datos de la Conferencia sobre Educación para los Derechos Civiles, los crímenes de odio contra los hispanos aumentaron casi un 40% de 2003 a 2007. Podría haber más casos porque muchos no son denunciados a las autoridades ya que los inmigrantes ilegales tienen miedo de dirigirse a la policía.
El grupo Americanos por una Inmigración Legal (ALIPAC, por sus siglas en inglés) exhortó el martes a los estadounidenses a que contacten con sus congresistas para oponerse a la aprobación del proyecto de ley que pretende legalizar a los indocumentados, presentado por congresistas demócratas con Luis Gutiérrez al frente. La asociación mantiene que la ley empeorará el paro, que alcanzó la tasa más alta desde 1983.