Los tres cooperantes españoles Alicia Gámez, Albert Vilalta y Roque Pascual, secuestrados en Mauritania en noviembre se encuentran en Malí, en África occidental, según informan fuentes cercanas a la operación de su búsqueda.
Según las mismas fuentes, los rehenes están mantenidos por la agrupación terrorista Al-Qaeda del Magreb Islámico y actualmente tratan de ponerse en contacto con sus miembros para enterarse de las condiciones de liberación de los prisioneros.
El secuestro se produjo en el trayecto de la carretera principal que une el puerto de Nuadibú con la capital, Nuakchot, el día 29 de noviembre. El automóvil que formaba parte del autotrén con ayuda humanitaria para Senegal y Gambia partió de Barcelona y posteriormente fue raptado por unos desconocidos armados.
Más tarde se dió a conocer que Al-Qaeda del Magreb Islámico, que se proclama como filial de Al-Qaeda de Osama bin Laden, asumió la autoría del acto.
El Gobierno de España, tras conocerse la noticia, envió a la zona al secretario de Estado de Medio Rural, Joseph Puxeu quien acompañado del embajador español en Nuakchot, Alonso Dezcallar, mantuvieron reuniones con los dirigentes mauritanos.
En el encuentro el presidente del país africano, el general Mohamed Ould Abdelaziz, aseguró que “Mauritania se vuelca en localizarles”, desminitiendo de esta manera el rumor de que los secuestradores habían liberado a los españoles, abandonándolos a su suerte.