Asimismo,este tribunal declaró inconstitucional la Ley de Aislamiento Político, aprobada en abril pasado, que inhabilitaba a ex altos funcionarios del gobierno de Mubarak para su participación en los próximos comicios.
Con esta medida, el ex primer ministro del derrocado régimen, Ahmed Shafiq, podrá presentarse en la segunda vuelta de las presidenciales este fin de semana y enfrentarse así al candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohammed Mursi.
Según el analista de relaciones internacionales Marcos Suárez Sipman, independientemente de quien gane las elecciones “la polarización egipcia va a seguir y los problemas no se van a solucionar”.
“Podemos decir que Mursi, el candidato islamista, parte con una ligera ventaja porque los Hermanos Musulmanes están muy arraigados en Egipto”, comentó en RT el experto, quien además agregó que la transición está siendo “caótica”.
En opinión del analista, si el candidato islamista gana los comicios habrá protestas por parte de la minoría copta, los revolucionarios y los liberales, mientras que si Shafiq es nombrado nuevo presidente podría haber una segunda revolución y la gente saldría a protestar de nuevo mayoritariamente.
En vísperas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, previstas para el próximo 16 y 17 de junio, el ambiente continúa siendo tenso en Egipto.
La condena a cadena perpetua contra Hosni Mubarak y su ex ministro del Interior ha decepcionado, ya que muchos creen que su responsabilidad en la represión que provocó centenares muertos en febrero de 2011 debería ser castigada con la pena de muerte. Tampoco hay conformidad con la absolución de parte de su círculo íntimo, incluidos dos de sus hijos.