Según el resumen del año 2009 ofrecido en una rueda de prensa por el director general del Centro Panruso para el Estudio de la Opinión Pública, Valeri Fiódorov, más rusos alcanzan adaptarse a la vida en marco de la crisis económica. Casi un 40% de los ciudadanos tienen fe en la posiblildad de cambios favorables en su vida en 2010. Pero casi nadie espera una próxima salida de la crisis.
Eso no significa que los rusos dejaron de hacer caso a los problemas, pero los pesimistas que no quieren esperar nada bueno en el próximo año, quedaron en minoría. Según los datos del Centro, sólo el 11% de los encuestados recelan del empeoramiento de su situación, mientras que un 38 por ciento esperan buenos cambios.
Como explicó Valeri Fiódorov, otro atestiguamiento de la “subida del grado del optimismo” es la cantidad de personas quienes están seguros de que todo seguirá como antes. “Es un índice positivo, porque menos rusos valoran su posición material como negativa”, afirma Fiódorov. Menos de un cuarto de los respondientes se consideran pobres, y sigue creciendo la cantidad de personas que están contentas de sus ingresos.
Casi la mitad de los rusos eligen la posición activa como su estrategia personal en el pleno de la crisis. El 62% ya se adaptaron a los cambios de este año, y el 18 por ciento se adaptarán en un futuro próximo. Las variaciones positivas se reflejan en las respuestas acerca del Año Nuevo, la fiesta que los rusos van a celebrar con más fausto que el año pasado y gastarán más para las preparaciones festivas, unos 5828 rublos (alrededor de 200 dólares), lo que es 600 rublos mayor que en 2008.
El sondeo fue realizado por la institución los días 12 y 13 de diciembre de 2009, se encuestaron a 1.600 personas en 140 localidades de 42 regiones y repúblicas de Rusia. El error estadístico no superó el 3,4%.