La Casa Blanca ya no considera que "ciertos jóvenes" que entraron al país ilegalmente cuando eran menores representen un riesgo y no serán deportados, anunció este viernes la secretaría de Seguridad Nacional, Janet Napolitano.
No obstante, los beneficiarios de la medida son solamente personas que reúnan ciertas características.
Se trata de los inmigrantes que llegaron a EE. UU. cuando eran menores de 16 años y residieron de manera continua en el país durante los últimos cinco años. Además, tienen que haber culminado la educación secundaria, gozar de un certificado de educación general (GED por sus siglas en inglés) o haber servido en las Fuerzas Armadas y la Guardia Costera. Por supuesto, no pueden tener antecedentes penales.
Según informa la Casa Blanca, la medida afectará a unos 800.000 inmigrantes, en su mayoría provenientes de América Latina.
De esta manera Obama ofrece un alivio temporal a cientos de miles de personas que esperan beneficiarse del proyecto de ley Dream Act.
Solo en 2011 EE. UU. deportó a casi 400.000 inmigrantes (la mayoría de ellos sin antecedentes penales y con familiares en el país), la cifra más alta en la historia del Servicio de Inmigración y Aduanas.