La tercera ronda de negociaciones entre Irán y el Sexteto inició este lunes en Moscú y las autoridades israelíes urgen a los países mediadores a presionar a Teherán con una acción militar si no detiene su programa nuclear.
"Nuestra posición es que la comunidad internacional tiene que hacer tres cosas para que las conversaciones tengan éxito: Hay que poner las exigencias absolutamente claras y elaborar un calendario para su realización; aumentar la presión económica y diplomática contra Irán y reforzarla con una posible opción militar", dijo un funcionario israelí al periódico The Jerusalem Post.
El funcionario advirtió sobre la necesidad de especificar qué significa que "todas las opciones están sobre la mesa".
El Sexteto de mediadores internacionales debate a puertas cerradas sobre el programa nuclear iraní con la delegación de Teherán. Se trata de la tercera reunión de este tipo convocada durante los últimos tres meses. En las citas anteriores (Estambul 14 de abril y Bagdad 23-24 de mayo), no se consiguieron resultados importantes.
Sin embargo, el primer día de conversaciones en Moscú dejó la sensación de que el escenario militar es evitable. Según el corresponsal de RT Francisco Guaita, tanto el Sexteto como Irán quedaron satisfechos con los avances.
Al mismo tiempo, los participantes de la cita destacaron que todavía queda mucho trabajo por hacer, ya que las partes enfrentadas están muy lejos una de otra. El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, comentó que la “la mayor dificultad” reside precisamente en “cómo coordinar estas posiciones”.
“A Israel le falta fuerza para hacer que Irán cierre su programa nuclear”
Yiftah Shapir, representante del Proyecto de Balance Militar de Medio Oriente y experto del Instituto para Estudios de Seguridad Nacional (INSS) en Israel, no cree que un ataque armado contra las instalaciones nucleares de Irán hará al país abandonar su programa nuclear. El experto dijo a RT que a Israel le falta fuerza para obligar a Irán a cerrarlo.
“No creo que la fuerza de Israel sea suficiente para destruir realmente el proyecto iraní de armas nucleares. Puede causarle algún daño, pero no lo destruirá. Así no se logrará nada”, dijo a RT.
Shapir asegura que si Israel ataca a Irán por su propia cuenta, EE. UU. se verá involucrado indirectamente en una nueva guerra en Medio Oriente, a pesar de que los estadounidenses no lo quieran.
“No creo que Obama quiera un conflicto militar durante el año electoral. El ataque israelí involucraría a EE. UU. en una guerra y se vería obligado a participar ya que el contraataque iraní estaría casi sin duda dirigido en su contra al igual que contra Israel. Creo que emprender tal acción sin el consentimiento estadounidense podría causar un gran daño a las relaciones estratégicas de Israel y EE. UU. a largo plazo”, afirma el analista.