La agencia informó que el corazón del ex líder del país se había parado y no que respondía a la defibrilación. Sin embargo, ahora Reuters indica que Mubarak no está clínicamente muerto y que permanece conectado a respiración asistida en estado de coma. Esta información ha sido corroborada por el abogado del ex presidente.
La página web de los partidarios de Mubarak informa que el ex líder egipcio “está en estado grave”, pero que “no ha muerto, ni está en coma”, a lo que añade que “el tratamiento está dando frutos”.
Horas antes los médicos que atienden a Mubarak decidieron trasladarlo a un hospital militar fuera de la prisión, ya que su estado empeoraba. La cadena estatal de televisión egipcia confirmó la información y añadió que Mubarak se encontraba en estado “crítico” con respiración asistida. La semana pasada los médicos tuvieron que administrarle oxígeno en cinco ocasiones para paliar sus problemas respiratorios.
La fuente ministerial que pidió el anonimato indicó, que Mubarak sufre desde su llegada a la prisión una depresión aguda, problemas respiratorios e hipertensión, e incluso corre el riesgo de sufrir una embolia.
La recaída de Mubarak se produce días después de que el ex presidente fuera sentenciado a cadena perpetua por su responsabilidad en la muerte de más de 800 manifestantes en el levantamiento que forzó su caída el año pasado.