En el ataque, el agresor declaró que formaba parte del grupo terrorista Al Qaeda.
Una vez capturados los rehenes, el hombre reclamó la presencia de los Raid, la unidad de élite de la policía gala que acabó con la vida del islamista Mohamed Merah, quien en marzo pasado mató a siete personas en tres ataques diferentes. El banco atacado se ubica a unos 100 metros del piso donde hace tres meses fue acorralado y abatido el tristemente célebre yihadista Merah.