En la primera jornada del foro económico de San Petersburgo el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, concedió una entrevista a RT y aclaró la posición rusa acerca del conflicto sirio.
Lavrov declaró a RT que “tanto EE. UU. como el Reino Unido insisten en que el presidente Assad debe irse”. Y luego, según su plan, los actores externos deben desarrollar el plan de transición para Siria. “Hemos expresado nuestra posición de rechazo a una política que cambie el régimen desde el exterior y no podemos predeterminar cuál será el resultado del diálogo político. Apoyamos definitivamente el diálogo político, apoyamos los esfuerzos para alcanzar el cese de la violencia”, aseveró Lavrov.
“Para esto ofrecemos que todos los actores desde el exterior persuadan a aquella parte del conflicto sirio sobre la que tengan influencia para que dialogue. Esto ayudará a que el Gobierno y la oposición armada se sienten a la mesa de negociaciones y hablen”, declaró el canciller ruso.
“Solo el pueblo sirio debe decidir quién tiene que gobernarlo. Lo principal para los actores exteriores es asegurarse de que las partes se sienten a la mesa de negociaciones y desarrollen un futuro para el país en que tanto la mayoría como la minoría se sientan seguras e incluidas en el proceso político”, señaló.
Preguntado sobre la situación en Libia, donde esta semana murieron más de 100 personas a causa de la violencia, y sobre si es posible el mismo desarrollo de los acontecimientos en Siria, el ministro respondió que “el escenario no puede ser el mismo porque no habrá ninguna resolución del Consejo de Seguridad que permita la intervención militar”.
“Una intervención sería un desastre para el pueblo sirio. Es un país multiétnico y multiconfesional, cuyos grupos étnicos y confesionales tienen relaciones muy estrechas con los grupos similares de otros países”, dijo Lavrov.
El canciller ruso explicó que el Líbano, por ejemplo, ya ha sido ‘contagiado’ e involucrado en el proceso que se desarrolla en Siria. “Los enfrentamientos y batallas entre etnias pueden afectar una región entera. En Siria, Turquía, Irak y otros países está el problema de los cristianos. Los cristianos en Egipto ya han sido objeto de violencia y es algo muy peligroso. Llevan siglos en esa tierra y quebrantar ese equilibrio sería una catástrofe”, aseveró el canciller ruso a RT.
Respecto a la detención de un barco ruso con helicópteros sirios en Escocia, el representante de la diplomacia rusa respondió que el país “no transporta a Siria buques de combate, solo envía armas de defensa”.
“Pero esta historia tiene otra cara. El hecho de que la aseguradora británica retirase la cobertura a este barco concreto es un testimonio de que el sistema de seguros del Reino Unido no es de fiar. Porque la compañía justificó su decisión con las sanciones impuestas por la Unión Europea. Esto significa que cualquier país, cualquier compañía del país que no viole ninguna regla internacional y que no viole ninguna resolución del Consejo de Seguridad puede ser objeto de la aplicación extraterritorial de las sanciones introducidas unilateralmente por alguien más”, denunció el canciller ruso.