El desarrollo del nuevo misil se llevará a cabo en 2021-2024, y la rampa para su lanzamiento se montará en el cosmódromo de Vostochny, situado en la provincia oriental de Amur y cuya construcción se llevará a cabo a partir de 2010.
El objetivo principal del poderoso cohete será hacer realidad los anteriormente anunciados planes de vuelo pilotado a la Luna de una nave espacial rusa de nueva generación, previsto en 2028, informa el rotativo ruso Izvestia, remitiéndose a fuentes del Ministerio de Defensa.
Se prevé además utilizar el nuevo cohete en otras misiones espaciales, en particular para transportar sondas no tripuladas a asteroides y otros cuerpos espaciales.
Un portador con capacidad de 70 toneladas será el cohete más potente entre los existentes en el mundo y los que se están desarrollando. Así, por ejemplo, la versión pesada del cohete Falcon que está construyendo la corporación estadounidense SpaceX y cuyas pruebas están previstas para 2013, podrá llevar a órbitas bajas hasta 53 toneladas de peso útil. Arian 5, el más potente portador de la Agencia Espacial Europea, tiene una capacidad de 21 toneladas, una tonelada menos que el Protón-M, el más pesado portador ruso. El cohete chino más potente, de la familia de Chang Zheng, podrá transportar hasta 25 toneladas de peso.
Sin embargo, los portadores de nueva generación no serán más potentes que los “monstruos” del siglo pasado desarrollados por la URSS y EE. UU. El cohete Energía, el lanzador soviético más poderoso y último logro tecnológico espacial de la URSS, tenía capacidad para portar 105 toneladas en órbita baja terrestre. Aún más potente fue el Saturn 5 estadounidense, que podía portar 150 toneladas y fue diseñado por Wernher von Braun para las misiones a la Luna en las naves Apolo.