La huelga había sido convocada inicialmente para tres días para reclamar mejoras salariales, pero una vez cumplida la exigencia de aumentar el salario de los chóferes en un 25%, el opositor Moyano insistió en mantener su petición al Gobierno para que los trabajadores sean excluidos del impuesto de la renta.
Al justificar la convocatoria de un nuevo paro para la semana próxima, Moyano dijo que "los salarios de los camioneros han pasado a un segundo plano, porque no sirve de nada [el aumento salarial] si no se aumenta el mínimo no imponible [del impuesto a las ganancias]".
Respecto a esta situación, varios expertos opinan que con esta huelga el líder del sindicato busca obtener créditos políticos en vísperas de las elecciones en la Confederación General de Trabajo (CGT).
Aldo Marinozzi, periodista de la agencia Télam, comentó a RT que en abril del año pasado Moyano ya estaba planteando condiciones imposibles de cumplir” a la mandataria, para provocar un alejamiento de sectores antes aliados, como la gestión de CGT y el gobierno de Cristina de Kirchner.
"El 29 de abril de año pasado, en un acto para el 1º de mayo, cuando la misma presidenta aún no había confirmado la candidatura para la reelección, Moyano hizo un pedido de un tercio de cargos expectantes para diputados en la lista de candidatos del oficialismo, cosa que a esta altura ya sabía que no iba a obtener”, explicó el experto.
El paro de camioneros dejó vacías las estaciones de gasolina en casi todo el país y amenazaba con paralizar gran parte de la industria argentina. El conflicto incluso obligó a la presidenta Cristina Fernández a acortar su participación en la Cumbre de Río+20.