La policía afgana asegura haber abatido al último de los extremistas que tomaron el establecimiento en la capital de Afganistán.
Un grupo de talibanes armados entró a un hotel situado en una popular zona capitalina, informó la policía local. Los extremistas iban armados con lanzagranadas y ametralladoras y abrieron fuego contra los vigilantes. Después secuestraron a varias mujeres y niños.
El movimiento de los talibanes afganos asumió la responsabilidad por el ataque, esgrimiendo que en el hotel se celebraban “fiestas salvajes”, organizadas por los afganos ricos y en compañía de extranjeros.