Cientos de policías de bajo rango y sus esposas se amotinaron este jueves en el Palacio Presidencial de Bolivia, ocuparon violentamente la
Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) y se enfrentaron a los
oficiales del interior por el control del armamento.
Actos similares se reproducen en Cochabamba, Tarija, Oruro, Santa Cruz, Potosí, Sucre y Trinidad.
Según los medios locales, los manifestantes iban armados y se enfrentaron con varios de sus oficiales para hacerlos desalojar la sede de la UTOP, luego quemaron en la calle sus documentos. Los agentes amotinados en la capital boliviana llevaban las caras cubiertas y fueron dispersados con gases lacrimógenos.
Los manifestantes exigen mejoras en sus condiciones económicas, así como reunirse personalmente con el presidente Evo Morales. Según Guadalupe Cárdenas, esposa de uno de los policías, no desalojarán el lugar hasta ser recibidos por el mandatario boliviano con quien quieren negociar directamente.
La protesta empezó hace cuatro días cuando un grupo de mujeres, todas esposas de policías, se instalaron frente a algunas unidades policiales en La Paz exigiendo un aumento salarial para sus maridos y una jubilación con el 100% del salario.
En el 2003, en un tiroteo desatado en medio de protestas policiales, perecieron 19 personas en su mayoría agentes del orden, tres militares y algunos civiles. En aquel entonces, una huelga y el amotinamiento policial derivaron en un enfrentamiento entre las Fuerzas Armadas y la Policía de La Paz. Ese conflicto detonó un par de meses después en una revuelta popular que obligó al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada a renunciar y huir del país tras la muerte de 63 manifestantes.