Río+20, ¿base de una futura revolución verde o mera sesión de fotos?

La cumbre verde finalizada este viernes 22 de junio en Brasil tuvo un sabor agridulce, según los expertos. Unos critican su declaración de mínimos por no estipular pasos concretos contra el derrumbe ecológico del planeta. Otros aprecian que los participantes hayan logrado llegar a un compromiso.
“Los jefes de estado simplemente usaron esta cumbre para salir en las fotos en un lugar oportuno”. Para Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional, este es el único resultado de 1,5 años de preparación y tres días de discursos y discusiones entre los 12.000 delegados de 193 países y 10.000 ecologistas.
Río+20 no ha dejado nuevos mecanismos de financiación para políticas de desarrollo sostenible, ni nuevos pasos para crear los territorios de protección especial en los océanos, ni la decisión de eliminar los subsidios a los combustibles fósiles, lo que podría contribuir mucho a suavizar el cambio climático.
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Izabella Teixeira, recuerda que hace 20 años tras la Cumbre de la Tierra de 1992 (Eco92) celebrada en el mismo Río de Janeiro -que supuso el punto de partida de la revolución verde y del proceso de transición hacia un desarrollo sostenible- los titulares de prensa también empezaban con la palabra “decepción”.
Entre los éxitos de la cumbre los expertos destacan que se ha aprobado el plan de transición a ‘Objetivos de desarrollo sostenible’ que en 2015 sustituirá a ‘Objetivos del Milenio’ y conectan más de cerca los problemas ecológicos y la lucha contra la pobreza. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció también que la Organización está lanzando un programa destinado a acabar con la hambruna en el mundo, Zero Hunger Challenge.
Se acordó, además, elaborar nuevos indicadores de desarrollo sostenible y crear un nuevo foro de alto nivel ante la Asamblea General de la ONU. En los espacios adyacentes a la cumbre, las ONG, universidades y gobiernos del mundo presentaron más de 690 iniciativas nuevas en el sector de la economía verde. Según las cifras de la ONU, el volumen general de la financiación declarada para los proyectos de desarrollo sostenible de la agricultura, energía y transporte y de reducción de riesgos de desastres naturales superó los 510.000 millones de dólares estadounidenses.