Esta nueva cartera estará ocupada por el líder del Partido Social Nacional Sirio, Ali Haidar, mientras que el también opositor y presidente del Frente Popular para el Cambio y la Liberación, Qadri Yamil, será vice primer ministro para Asuntos Económicos y ministro de Comercio.
Los opositores incluidos en el gobierno forman parte de la llamada "oposición interna" y dirigen formaciones toleradas por el régimen y que abogan por una reforma de sus estructuras comandada por Al Assad.
En el nuevo Gobierno habrá ex jefes del Ministerio de Defensa, del Interior y de Asuntos Exteriores, como el ministro de Defensa Raud Raja, lo que desvanece los rumores de que supuestamente había sido asesinado por los rebeldes armados.
La designación de un nuevo primer ministro se produjo tras la celebración de elecciones legislativas el pasado 7 de mayo, de las que salió un Parlamento con mayoría de la coalición a la que pertenece Al Baaz.
Esos comicios fueron parte de las reformas prometidas por el régimen, entre ellas la aprobación en referéndum de una nueva Constitución, que fueron encargadas al anterior Ejecutivo de Safar para poner en marcha y aplacar así las revueltas populares.
Desde hace más de un año en Siria se suceden las protestas antigubernamentales que se han transformado en una lucha armada de la oposición y el Gobierno. Cada día se reportan víctimas mortales a pesar de que a partir de mediados de abril, según el plan de paz de Kofi Annan, en el país se había anunciado un alto el fuego.
Este mismo sábado al menos 97 personas, entre ellas 65 civiles, han muerto en una nueva jornada de bombardeos y enfrentamientos entre las tropas del régimen y los rebeldes en diversas provincias del país, según informa el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), que cita fuentes de la oposición siria. Las autoridades sirias no han confirmado la noticia.
Los medios occidentales frecuentemente publican las denuncias del OSDH, mientras la Cancillería rusa ha puesto en duda en varias ocasiones la veracidad de su información debido al nivel de profesionalidad del observatorio. Según los datos del Ministerio de Exteriores, en la organización trabajan únicamente dos personas, el jefe y el secretario-traductor.