Mohammed Mursi nació el 20 de agosto de 1951 en la provincia de Sharqia. Es ingeniero, estudió en la Universidad de El Cairo, donde en 1978 recibió el título de máster. Seis años después se graduó como doctorado en la Universidad de California del Sur. En los ochenta participó en la elaboración de los 'shattles' espaciales de la NASA.
En el inicio de su carrera política Mursi se hizo miembro de la Comisión de resistencia al sionismo en la provincia de Sharkia y fue uno de los fundadores de la Comisión egipcia contra el sionismo.
A partir del año 92 Mursi empezó sus actividades en el movimiento entonces prohibido Hermanos Musulmanes. Algunas veces Mursi fue elegido para la Cámara Baja del Parlamento egipcio como miembro independiente.
Como político, Mursi se hizo conocido tras responsabilizar al Gobierno egipcio por la terrible catástrofe ferroviaria que en 2002 se llevó la vida de 400 personas. También es conocido por su lucha activa contra la corrupción, porque abogaba por la cancelación del estado de emergencia que estaba vigente en Egipto y la ley que limitaba la actividad de los partidos políticos.
Mohammed Mursi, de 60 años de edad, presentó su candidatura para la Presidencia del país como candidato de reserva del Partido de la Libertad y la Justicia. Resultó ser el único candidato del partido después de que el candidato principal de los Hermanos Musulmanes, Khairat al-Shatir, fuera apartado por sus antecedentes criminales por la participación en las actividades de un grupo extremista.
Mursi está casado y tiene cuatro hijos.
Promesas sin una sola palabra sobre el Islam
Hace unos días Muhammed Mursi anunció el programa que va a seguir si era elegido presidente. Este plan incluye 15 “obligaciones del nuevo presidente”. El primer punto es el restablecimiento de la seguridad y estabilidad, el tema más importante para todos los egipcios tras pasar la revolución de 2011. Además el islamista se comprometió a crear un órgano colectivo de dirección ante el presidente en el que entrarían representantes de todas las fuerzas políticas y los procedentes de todas las capas sociales, y un Gobierno de coalición en el que los Hermanos Musulmanes no serán la mayoría.
Mursi aseveró que planea aumentar dos veces los pagos sociales y dentro de cuatro años aumentar los gastos en sanidad pública y bajar considerablemente los impuestos. Se compromete también a aumentar la cantidad de puestos de trabajo en 700.000.
Antes de las elecciones el representante del movimiento islámico prometió eliminar toda discriminación contra cualquier ciudadano egipcio, proteger los derechos de las mujeres y asegurar su igualdad total con los hombres. En el puesto presidencial Mursi está listo para garantizar la libertad de palabra y de prensa.
El islamista hace hincapié en las relaciones del Estado con el Ejército. Según su opinión, el Ejército es una parte del poder Ejecutivo y debe obedecer al presidente.
En las “obligaciones” que Mohammed Mursi hizo públicas antes de las elecciones no hay ni una sola palabra sobre el Islam. Mursi explica que la idea de la construcción del Estado islámico con una introducción paulatina del derecho musulmán (Sharia) se supone 'a priori', como “está en la base de todo el programa”.
Ya tras elecciones el nuevo presidente anunció que su país mantendrá todos los compromisos internacionales, respetando todos los acuerdos y convenios que fueron suscritos por su país. "Vamos a mantener todos los acuerdos y pactos internacionales porque estamos comprometidos ante todo el mundo con la paz", declaró en su primer discurso como presidente electo de Egipto.