"Corren rumores de que el líder de la UNACE, el general Lino Oviedo, junto al ex presidente Nicanor Duarte Frutos, buscarían destituir a Fernando Lugo con un juicio político dentro del Parlamento", decía el texto que data del 28 de marzo de 2009, enviado con carácter secreto, desde la Embajada de EE. UU. en Asunción al Departamento de Estado con sede en Washington.
La filtración, publicada en agosto de 2011 por la fundación de Julian Assange, evidenció algunas de las discrepancias observadas entre el mandatario y su vicepresidente.
Según el cable, el objetivo de Oviedo y Duarte Frutos sería aprovechar cualquier error del exobispo Fernando Lugo para llevar a cabo un juicio político en el Congreso y asegurarse la supremacía política.
De acuerdo con la publicación, en caso de triunfar el plan de los líderes, Franco asumiría la Presidencia. Por su parte, Duarte asumiría la presidencia del Senado, pasando a ser el tercero en la línea de sucesión del Gobierno.
Aunque el liberal Franco fuese el presidente, Oviedo y Duarte Frutos controlarían el Congreso y los tribunales, decía la filtración.
Asimismo, el mensaje secreto también hablaba de la existencia de "tiburones políticos" que rodean al jefe de Estado.
"Creemos que se encuentra bajo una gran presión", decía el texto, en el que luego se describía la posibilidad de que algunos podrían conseguir que renuncie o que enfrente un juicio político.
La destitución de Fernando Lugo mediante un juicio político fue repudiada por todo el Mercosur y gran parte de América Latina. Argentina, Brasil y Venezuela ya retiraron a sus embajadores de Paraguay.
Además, el presidente Hugo Chávez anunció que interrumpirá las ventas de petróleo a ese país.