Irán exige una indemnización por los daños de la Segunda Guerra Mundial
Irán va a exigir una compensación comercial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por los daños causados en los años de la Segunda Guerra Mundial, informó la agencia de noticias iraní IRNA. Durante la Cumbre de Copenhague, el presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, anunció que enviará una carta con el llamamiento correspondiente al actual secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en un futuro próximo.
La URSS, Estados Unidos y Gran Bretaña dañaron a Irán, utilizando su territorio e infraestructura durante la Segunda Guerra Mundial, declaró Ahmadineyad durante una rueda de prensa en la capital danesa. “Estos países exigieron y recibieron una compensación [después de conseguir la victoria en Alemania]. Irán no recibió nada, excepto la rebelión militar que fue organizada por EE.UU. para impedir al pueblo iraní nacionalizar la industria del petróleo en los 10 años después de la guerra”.
El mandatario insiste en que la ONU le abone la indemnización al país. La carta con sus demandas será mandada en cuanto los especialistas iraníes calculen el costo del daño, indicó.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Reza Shah, que gobernaba en el país, trató primero de “maniobrar” entre la URSS y Gran Bretaña, pero finalmente comenzó a colaborar con Alemania. Posteriormente, Adolf Hitler le calificó como “un aliado de Alemania en el Medio Oriente”. Después de que las armas nazis invadieran la URSS, las tropas soviéticas ocuparon el territorio del norte de Irán en agosto de 1941, guiándose por un acuerdo firmado por Irán y la URSS en 1921. Por su parte, el ejército de Gran Bretaña invadió la parte sur del país. En resumen, el Shah abdicó de la corona. Su hijo, Mohammad Reza Pahlevi, el último gobernador de Irán, le sustituyó y reinó hasta la Revolución Iraní de 1979.
Es interesante que durante la Conferencia de Teherán de 1943, el ex Shah se encontró con los líderes de la URSS, EE.UU. y Gran Bretaña, Iósif Stalin, Franklin Roosevelt y Sir Winston Churchill. “Todos son gobernadores poderosos, pero uno de ellos morirá como un perro, la muerte de otro será súbita y ligera, y el tercero fallecerá en condiciones de abundancia y tranquilidad, pero a una gran distancia del poder”. Sus palabras resultaron proféticas.