“Rechazamos todo modelo no sirio, ajeno a lo nacional, sugerido tanto por las grandes potencias como por los estados amigos”, declaró el político sirio. “Nadie sabe cómo resolver los problemas sirios mejor que nosotros mismos”.
Assad consideró como un deber del Gobierno sirio proteger a sus compatriotas. “Es nuestro deber —adelantó— eliminar a los terroristas en todos los rincones de nuestro país. El que mata a un terrorista, probablemente, salva decenas, centenares o, puede ser, miles de vidas”.
El presidente del país árabe aseguró a los televidentes que los intentos de presionarle desde el extranjero “no han traído ningún resultado”. A su juicio, los sirios se vieron bajo esta presión en parte por su “apoyo a Palestina”. Pero en el futuro, agregó, “esa táctica tampoco será un éxito”, dejando claro que en Siria no podrá realizarse una operación militar internacional que siga el guion libio.