Esta protesta, una de las más multitudinarias del año, se produce después de que la semana pasada una comisión investigadora del Congreso presentara un informe en el que acusa a siete centros privados de incumplir el requisito legal de ser corporaciones educativas sin fines de lucro.
“Hemos venido a decir una vez más que la educación no es un bien de consumo, la educación es un derecho. Y para que esto sea así necesitamos un Estado que asegure una regulación adecuada del sector privado, y además que permita el fortalecimiento del sector público”, dijo el líder estudiantil Noam Titelman.
La manifestación fue convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que agrupa a universitarios, en conjunto con las dos principales organizaciones de secundarios.
Según las autoridades, durante el recorrido de la marcha se produjeron varios altercados que terminaron en enfrentamientos con la policía, dejando quince carabineros lesionados.
En tanto, el presidente del Partido Político de Izquierda ‘Paiz’, Salvador Muñoz, sostiene que “lo más probable” es que las movilizaciones estudiantiles se vayan a radicalizar, debido a que el Gobierno no toma en cuenta sus demandas.
“Las demandas de transformaciones estructurales no son escuchadas por la clase política y por el Gobierno, más bien son rechazadas. Los estudiantes no encuentran espacios constitucionales para canalizar sus demandas, y por tanto no tienen otra vía que las movilizaciones”, afirmó Muñoz.